The Cannibal Club y la pornografía exótica
Nada más abrir la puerta del piso supe que Yi Xi estaba dentro. El olor de su comida china es inconfundible. Le gusta cocinar y todas y cada una de las noches me sorprende con alguna nueva exquisitez de su gastronomía, muy, muy diferente a la que estamos acostumbrados a tragar en los restoranes chinos de distrito.
