Te encanta tu trabajo y lo sabes, así que no vayas de víctima, esa sí que no me la trago
Pasea el cubito de hielo entre los pechos de tu pareja, por su canalillo. Observa de qué forma se va fundiendo entre sus senos, de qué manera un hilillo de agua va descendiendo, cuerpo abajo, buscando su ombligo y sus ingles. Recoge con tu lengua en esos fantásticos territorios el alma derretida del cubito.,