Mas no es normal pensar en el sexo con tan explícito detalle durante todo el día
Con las manos sujetando los tobillos, ahora puedes apuntar al punto G con una penetración superficial (mas estratégica). Aumenta la emoción con un vibrador de manos libres bailando en su clítoris. Una almohada cubierta con una toalla bien colocada debajo del extremo del receptor completa la magia.
