Marta, chica catalana, su misterio reside en que no tiene nada que ocultar
De las 3 opciones explicaré la que más frustración acarrea, que es la primera, que te guste. Si te gusta, y a él le agradas, todo perfecto. El problema surge cuando no sabes si le agradas, o sí le agradas mas, luego, parece cambiar de opinión.